Como todos, nací sabiendo comunicarme intuitivamente con los animales, la naturaleza y la Vida; solo que entonces no sabía que lo sabía.

Pasé mi infancia en perfecta comunicación y convivencia con los perros y, a medida que fui aprendiendo el lenguaje mundano, complejo y ruidoso de las palabras y los signos, esa capacidad de comunicación genuina fue quedándose dormida.

A los 19 años decidí formarme como educadora canina, y fue entonces cuando todo comenzó a complicarse y emprendí la «búsqueda» de aquella forma de comunicación tan fácil y pura que había quedado atrás.

Durante 20 años estuve en constante formación trabajando como educadora y adiestradora canina, y fundé la escuela canina A.M.C.–CAN, con el lema que reflejaba la verdadera intención: Educación Canina orientada a recuperar la esencia original.

Traté con centenares de personas y miles de perros para resolver las dificultades que experimentaban en su día a día hasta que encontré una manera eficaz y sencilla, que ahorraba tiempo y esfuerzo a todos los implicados.

De ese proceso nació CAN–scientis; una metodología basada en detectar y resolver el origen de los problemas recuperando la forma sabia y coherente de pensar, sentir y Ser.

Los perros se convierten en maestros y son el medio a través del cual aprendemos a recuperar nuestra Esencia Original.